La intervención sobre el patrimonio arquitectónico plantea siempre una compleja labor de toma de decisiones que van más allá de lo puramente técnico o constructivo. El proyectista debe someterse a un previo y meticuloso proceso de análisis del contexto social, económico y cultural en el que ha subsistido la obra hasta nuestros días, y con ello estar en disposición de poder resaltar con la intervención, los valores clave que convierten al edificio en una pieza importante de nuestro patrimonio industrial._ [+ info]